https://gaceta.es/actualidad/dictadura-digital-dictadura-perfecta-20210113-1056/
El uso de la fuerza no es principio de vitalidad del poder sino de su desesperación. La fuerza es siempre un último recurso; después de ella, no hay nada. Por eso, la noción de hegemonía explica mucho mejor la vitalidad del poder. Antonio Gramsci definía al Estado como “hegemonía acorazada con coerción”. Lo que quería decir con esto era que son los procesos hegemónicos, entendidos como dominación cultural, los que estabilizan el poder . La coerción, en cambio, opera allí donde el consenso no basta. Así pues, el poder perfecto no es el que azota, sino más bien el que acaricia. Lo que está sucediendo con el mundo digital —que es hace tiempo nuestro mundo— podría analizarse con arreglo a esta idea general. La censura en redes no es cosa nueva; más bien, se ha venido soportando desde hace tiempo una escalada de censuras especialmente dirigidas, por motivos ideológicos, contra cuentas y perfiles de derechas. No son suposiciones mías: es lo que Mark Zuckerberg admiti...